El claroscuro es un sistema de valoración que afecta no solo al elemento principal sino a todos los elementos que figuren en el marco del cuadro. La valoración de cada uno de los diferentes elementos del dibujo va a variar dependiendo siempre de la situación del modelo con respecto al foco de luz.
El claroscuro propone un análisis exhaustivo del modelo con respecto a la iluminación que este reciba; por ello la luz se debe tratar de forma radical sobre la superficie de los diferentes objetos que compongan el modelo.
El ejercicio de valoración no debe limitarse a repetir la misma fórmula de graduación de grises en todos los planos del dibujo, ya que cada uno de los diferentes planos que componen el cuadro puede recibir luz de manera diferente.
Por ejemplo, un primer término puede recibir el foco de luz lateralmente, mientras que el segundo termino puede recibir tan solo parte de la luz que rebote del primero, requiriendo en su elaboración una valoración mucho mas agrisada y menos contrastada que la resolución del primer plano.